Aulo Gelio - La voluptuosidad
7 de septiembre de 2008
Opiniones diferentes de muchos filósofos ilustres acerca de la naturaleza y esencia de la voluptuosidad - Lo que decía el filósofo Hierocles para combatir los principios de Epicuro
Los filósofos antiguos profesaron opiniones diferentes acercad e la voluptuosidad. Epicuro la declara el bien soberano; sin embargo, la define "el estado tranquilo y armonioso del cuerpo". EL discípulo de Sócrates Antístenes la considera como el mayor de los males. Cítanse estas palabras suyas: "Vuélvame loco yo antes que amar el placer". Speusipo y toda la antigua Academia decían que la voluptuosidad y el dolor son dos males contrarios, y que el bien consiste en el exacto medio entre uno y otro. Según Zenón, la voluptuosidad es indiferente, y, por tanto, ni buena ni mala. El peripatético Critolao opinaba que la voluptuosidad es un mal, y que es origen de multitud de males, tales como la injusticia, la pereza, el olvido de todo deber, la cobardía. Platón, antes que todos estos filósofos, había emitido juicios tan diversos acerca de la voluptuosidad, que parece que todas las opiniones que acabo de citar están tomadas de sus obras. En efecto, sucesivamente las profesó, según el punto de vista desde donde contemplaba la voluptuosidad, que ofrece tantos aspectos diferentes, y según la naturaleza de las cuestiones que trataba y de las verdades que quería demostrar. Mi maestro Tauro, cuántas veces hablaba delante de él de Epicuro, no dejaba de citar estas palabras del estoico Hierocles, varón de rara virtud y extraordinaria gravedad: "Decir que la voluptuosidad es el fin del hombre, es opinión de cortesana; decir que no hay Providencia es también opinión de cortesana".
Transcripción de Noches áticas
Trad. de Francisco Navarro y Calvo
Buenos Aires, Espasa Calpe, 1952