Georg Trakl - Algunos poemas

13 de julio de 2007





Traducción de José Luis Arántegui



Die Sonne

Täglich kommt die gelbe Sonne über den Hügel.
Schön ist der Wald, das dunkle Tier,
Der Mensch; Jäger oder Hirt.




Rötlich steigt im grünen Weiher der Fisch.
Unter dem runden Himmel
Fährt der Fischer leise im blauen Kahn.




Langsam reift die Traube, das Korn,
Wenn sich stille der Tag neigt,
Ist ein Gutes und Böses bereitet.




Wenn es Nacht wird,
Hebt der Wanderer leise die schweren Lider;
Sonne aus finsterer Schlucht bricht.



El sol

A diario llega el sol amarillo sobre el cerro.

Es hermoso el bosque, la bestia oscura,
el hombre que caza o que apacienta.




De rojo asoma el pez en el verde de la alberca.
Bajo el cielo redondel
boga leve el pescador en su barca azulada.




Sin prisa va a sazón el racimo, viene el grano.
Al caer callado el día,
bien y mal ya están dispuestos.




Al entrar la noche,
leve alza el caminante el peso de sus párpados;
de la oscura garganta el sol despunta.



An Die Verstummten

O, der Wahnsinn der großen Stadt, da am Abend
An schwarzer Mauer verkrüppelte Bäume starren,
Aus silberner Maske der Geist des Bösen schaut;
Licht mit magnetischer Geißel die steinerne Nacht verdrängt.
O, das versunkene Läuten der Abendglocken.



Hure, die in eisigen Schauern ein totes Kindlein gebärt.
Rasen peitscht Gottes Zorn die Stirne des Besessenen,
Purpurne Seuche, Hunger, der grüne Augen zerbricht.
O, das gräßliche Lachen des Golds.




Aber stille blutet in dunkler Höhle stummere Menschheit,
Fügt aus harten Metallen das erlösende Haupt.



A los enmudecidos

Ah, locura de la gran ciudad, al caer la tarde

a oscuros muros clavados miran árboles informes,
en máscara de plata el genio del mal observa,
luz con látigo magnético repele a la noche de piedra.
Ah, sumido son de campanas en ocaso.




Puta que alumbra entre helados temblores a un niño muerto.
Ira de Dios que azota furiosa la frente del poseso,
púrpura peste, hambre que rompe en trizas los ojos verdes.
Ah, la horrorosa risa del oro.




Mas calmada mana en guarida oscura humanidad más callada,
y en duros metales conforma la cabeza salvadora.



Geistliche Dämmerung

Still begegnet am Saum des Waldes
Ein dunkles Wild;
Am Hügel endet leise der Abendwind,




Verstummt die Klege der Amsel,
Und die sanften Flöten des Herbstes
Schweigen im Rohr.




Auf schwarzer Wolke
Befährst du trunken von Mohn
Den nächtogen Weiher,




Den Sternenhimmel,
Immer tönt der Schwester mondene Stimme
Durch die geistliche Nacht.




Crepúsculo en el alma

Silenciosa va a dar al lindero del bosque

una bestia oscura;
en el cerro acaba quedo el viento de la tarde,




enmudece en su queja el mirlo,
y blandas flautas del otoño
callan entre los juncos.




En una negra nube
navegas ebrio de amapolas
la alberca de la noche,




el cielo de los astros.
Aún resuena la voz de luna de la hermana
en la noche del alma.




Klage

Schlaf und Tod, die düstern Adler
Umrauschen nachtlang dieses Haupt:
Des Menschsen goldnes Bildnis
Berschlänge die eisige Woge
Der Ewigkeit.
An schaurigen Riffen
Zerschellt der purpuren Leib.
Und es klagt die dunkle Stimme
Über dem Meer.
Schwester stürmischer Schwermut
sieh ein ängstlicher Kahn versinkt
Unter Sternen,
Dem schweigenden Antlitz der Nacht.




Queja

Sueño y muerte, águilas de tiniebla,

rondan rumor de noche esa frente:
a la dorada imagen del hombre
parece engullir la ola helada
de lo eterno. En arrecifes estremecedores
púrpura el cuerpo zozobra.
Y se alza la oscura voz en su queja
de la mar.
Hermana en turbulenta pesadumbre,
mira una barca de angustia sumirse
entre estrellas
en el callado rostro de la noche.




Grodek

Am Abend tönen die herbstlichen Wälder
Von tödlichen Waffen, die goldnen Ebenen
Und blauen Seen, darüber die Sonne
Drüster hinrollt: umfängt die Nacht
Sterbende Krieger, die wilde Klage
Ihrer zerbrochenen Münder.




Doch stille sammelt im Weidengrund
Rotes Gewölk, darin ein zürnender Gott wohnt,
Das vergossne Blut sich, mondne Kühle;
Alle Straßen münden in schwarze Verwesung.




Unter goldnem Gezweig der Nacht und Sternen
Es schwankt der Schwester Schatten durch den schweigenden Hain,
Zu grüßen die Geister der helden, die blutenden Häupter;
Und leise tönen im Rohr die dunklen Flöten des Herbstes.




O stolzere trauer! ihr ehernen Altäre,
die heiße Flamme des Geistes nährt heute ein gewaltiger Schmerz
Die ungebornen Enkel.



Grodek

De atardecida suenan los bosques otoñales

de armas mortales, las praderas doradas
y los lagos azulados, el sol sobre todo
se ahonda en sombras: la noche abraza
a guerreros moribundos, el quejido fiero
de sus bocas destrozadas.




Pero callada en el fondo de los prados,
roja nubareda que habita un dios de ira, se congrega
la sangre derramada, frío de luna;
todos los caminos desembocan en negra podredumbre.




Bajo doradas enramadas de la noche y las estrellas
por el soto silencioso va la sombra de la hermana dando tumbos,
saluda a los espectros de los héroes, las cabezas que aún sangran,
y quedas suenan en el juncal las flautas oscuras del otoño.




¡Tristeza orgullosa! ¡Altares de acero!
Alimenta hoy la llama ardiente del espíritu un dolor violento
de nietos no nacidos.



1 comentarios:
Anónimo 10 de abril de 2008, 4:47 p.m.  

hola ke tal mi nombre es mario como veran soy amante dela musica pero se me ocurrio leer poemas, nose y alguien me recomiende un vuen poema para dedicarselo auna amiga espero algien me haga un gran favor...mariogomez.skate@hotmail.com

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