Wislawa Szymborska: Monstruo
30 de enero de 2015
El ilustre Jorge Luis Borges publicó en cierta ocasión una enciclopedia sobre seres fantásticos. Siento decirlo, pero no la he leído. Solo sé que estaba dedicada a entidades clásicas que han resistido el paso del tiempo y se han labrado una reputación a nivel internacional: sirenas, medusas, leviatanes, etc. El libro de Jan Gondowicz viene a completar ese bestiario con creaciones de carácter más local, muchas veces olvidadas, extraídas de leyendas, relatos de viajes y lexicones medievales; pero también con conceptos relativamente recientes, de procedencia puramente literaria. El resultado es una obra realizada con maestría; además, el intento por parte de Adam Pisarek de sistematizar toda esta jauría por medio de tipos, clases, categorías y géneros es igualmente atractivo. Creo que ambos disfrutaron de un modo extraordinario con el trabajo. Pero también creo, no sin cierto pesar, que todos estos monstruos, tan dotados de poderes mágicos en otro tiempo, hoy solo causarían temor a los niños más pequeños. Recuerdo cómo, antaño, solía besar a las ranas que capturaba en el jardín con mi ineficaz heroísmo, y que cuando entraba en una habitación oscura pensaba convencida que algo pesado e inmundo se abalanzaría sobre mí emitiendo un chillido abominable. ¡Qué tiempos aquellos!, me gustaría decir... ¿Pero acaso significa eso que ya no quedan monstruos en el mundo de los que, en sus numerosas ediciones, ha despertado, despierta y siempre despertará un pánico atroz? No lo encontraremos en este libro porque, desgraciadamente, no es fruto de la fantasía. Al contrario, es muy real y su existencia de carne y hueso se aleja de cualquier dragón, hombre lobo o fantasma creado. Aquel que haya tenido la suerte de no cruzarse nunca con él cara a cara puede escucharlo y verlo cada vez que encienda su televisor. Ese ser se aparece algunas veces como la cabeza parlante de alguien y, otras, como una triunfal figura de cuerpo entero cuando dan las noticias sobre las guerras que hay en la actualidad. Trataré de describirlo tal como hace Gondowicz con sus bonachones monstruos. Solo que será muy complicado hallar algún rasgo bondadoso en la imagen anteriormente descrita. Al contrario, encontraremos más bien síntomas de que el objeto descrito es, a pesar de todo, digno de nuestra compasión... «Hombre corroído por el odio. Conocido desde tiempos inmemoriales. Nunca cambia; solo cambian los métodos que utiliza para conseguir sus objetivos. Medianamente amenazador cuando actúa solo, circunstancia que nunca dura demasiado, dado que es contagioso. Escupe. Siembra el caos creyendo que reestablece el orden. Le encanta expresarse en primera persona del plural, y aunque carece en un principio de cualquier motivo para hacerlo, estos van progresivamente apareciendo como resultado de la constante repetición. Se aparta siempre de la verdad en aras de un orden superior. Privado de cualquier sentido del [hu mas!]* No le interesa conocer mejor el mundo ni a aquellos a quienes considera sus enemigos, y está en lo cierto al pensar que eso puede debilitarlo. Por norma general, ve sus brutales acciones como una consecuencia de la provocación de otros. No alberga dudas sobre sí mismo, y no desea las del resto. Es un experto, ya sea solo o en masa, en nacionalismo, antisemitismo, fundamentalismo, lucha de clases, conflictos generacionales o todo tipo de fobias personales, a las que debe dar expresión pública. Dentro de su cráneo se encuentra un cerebro, lo cual no le molesta demasiado...»
Zoología fantástica completa
Jack Gondowicz, organizado por Adam Pisarek
Wydawnictwo Małe, 1995
En Lecturas no obligatorias. Prosas
Título original: Lektury nadobowiązkowe
© Wislawa Szymborska, 1992
© Prólogo y traducción: Manel Bellmunt Serrano
Revisión traducción del polaco: Karolina Todorowa
© Ediciones Alfabia, 2009
Foto: Wislawa Szymborska, Krakow, 2009 -by Andrzej Banaś