Francisco R. Hernández - Un texto de "La sed y el incendio"
8 de enero de 2022
Por tu vida, tus rodillas y tus padres
te ruego no destrocen los perros
mi carne ante las naves aqueas.
Canto XXII, La Ilíada
A condición
de elevar plegarias cada noche
por el cuerpo de Héctor.
Así la lanzada se aquietará
cautiva,
en piélago de trazos
y sonidos.
A ritmo de un cayado
será a la vez
música y conjuro.
Intacto arribas a la sombra.
En Breviario invisible