María Julia De Ruschi - Haz algo, Diz algo
13 de junio de 2007
Haz algo
Diz algomi brazo está muriendo
mi pierna está muriendo
mi dedo mi ombligo
mi labio mi ojo
muriendo muriendo
mi otro brazo muriendo
mi otra pierna muriendo
y yo no quiero morir
Haz algo
Diz algo
vuelve a contarme aquello
de lo que solíamos reírnos
estoy pendiente de una inspiración
de una espiración
de un latido
siento como
en una inspiración
en una espiración
en un latido
puedo morir
y yo no quiero morir
acércate
estoy sobre la mesa
entre los cirujanos
desnuda blanca y ciega
y el pensamiento una uña
cargada de relámpago
acércate
estás aquí
ves mi pecho abierto
y la sangre que se empapa tibiamente
de silencio
hay demasiado luz
voy a apagarme
retenme
detén la transparencia
Haz algo
Diz algo
estoy tan sola ahora
tratando de no espantar un latido
una pulsación
un hálito
y hay un algo que me inunda
y que se hiela
un sabor blanco
baja a cerrar
mi garganta
todo es tan blanco
el techo y los muros blancos
la blanca luz de mi cuerpo
la blanca inutilidad de una sonrisa
y no hay nada donde habitar esta soledad
no puedo crear nada para desaparecerme
el pánico me sujeta inmóvil a esta blancura
¿es una espada esta luz blanca?
¿es el tajo
de la espada de la sombra?
¿quién envía
al ángel resplandeciente
que arranca de raíz
el árbol del misterio
y siembra la isla más blanca
en el instante donde la locura
encuentra a la memoria
y regresa vacío del absurdo?
¿quién divide
en vida y muerte
el único lenguaje
de los hombres
-los muertos nada saben-?
y yo siento
que voy a morir
y siento
la vida
en mi punto de separarse
de mí
siento mi vida
como una ráfaga
de agua
o de luz
que advierto solamente
porque ya me abandona
Haz algo
Diz algo
desaparecerán la luz
los cirujanos
el amor
mi cuerpo
el terror
y mis deseos
¿qué haces ahí?
a la cabecera de mi soledad
a los pies de mi soledad
mirándome
esperándome
sabiendo que ellos separan la vida de mi carne
con el filo de la nada
¿es indiferencia?
¿una pesadilla?
despiértame
funde esta luz despiadada
con algún canto
con algún hechizo del canto
con tu voz
que tu voz me retenga
tus palabras son cuentas en el hilo
son cuentas de música sagrada
en el hilo blanco en la mano blanca
no tengo sed
no tengo hambre
sólo
tengo
una especie
de recuerdo
muy frágil
a punto de derramarse
toma mi corazón
en tus manos
¿son puras
tus manos?
qué sacrificio
a qué dios
a qué inaudible
mensajero de lo sobrenatural
cuándo
Haz algo
Diz algo
acompáñame
o desaparece
esto no es la agonía
esto es demasiado simple
y perfetcto
ellos
son inmortales
los cirujanos
las madres
y los hombres buenos
y tú
no me alcanzas con tu amor
dejas que el instante toque mi corazón
para hacerlo caer en algo parecido al sueño
pero si supieras
qué aniquilamiento
qué contrario a mí misma
ahora ellos están condenados
a observarme como a un pez
que ha mordido el anzuelo
y se sacude sobre las piedras
bajo el sol implacable
un sol implacable son los ojos de los vivos
como quien quiere seducir a un pájaro huidizo
a un pequeño juguete enfermo
como quien enciende un juego con los signos de la noche
así
muero
en el último grito de mi corazón
que se niega
que se niega
Haz algo
Diz algo
no quiero morir
tengo un reino
y estoy en el cuerpo de un ser abierto por la luz
aún no soy todo lo que nombro
para no morir
y con qué espanto mueren los animales
y con qué espanto
deseo vivir
En Polvo que une (Ed. Cultura Hispánica, Premio Leopoldo Panero 1974)Fuente