Patricia Damiano - Plegaria
13 de abril de 2007
dadme a cambio una madrugada donde haya espera
el mar que no sabe mi secreto
el cielo que no sabe tu secreto dadme la magia
y la noche sin sus criaturas
el árbol que no mide el sosiego
dadme el puñal por fin y la calavera que he sido
los silencios y la calavera que has sido
dadme la sinfonía de la tarde dadme la distancia
y el cuchillo decid que he mentido y en qué tiempo
dadme la palabra de la biografía
y la música
porque yazgo en un témpano
dadme el témpano y el sol
tu alfombra de nísperos dadme y la ciudad enferma para que ande sola
buscando tu edificio
vivirte es componer una música muerta dadme la música tengo frío
dadme el frío dadme la magia
dadme un solar sin llamas sin pájaros sin tu voz
encuéntrame en las grietas del universo
en tus grietas
allí estaré para que te adormezcas cuando el dolor
dadme una paloma dadme la noche y el pan
allí, el pan celeste allí tus heridas
dadme la obsesión de la pantera dadme el credo dadme la pantera
la ironía
la magia
traedme a las musas cuando esté muriendo, como ayer
allí estaré
los años caen como rejas dadme las rejas
decid que no he mentido
dadme la mentira y la misericordia
El desconsuelo muere con la aceptación y su manifestación es la plegaria.
Tu plegaria logra eso y logra también que las rodillas se doblen.
Un abrazo, José.
Mis saludos Patricia
Las imágenes producen una atmósfera muy sentida en oración perpetúa hacia la totalidad de los signos como la mar, (principio femenino). El ritmo se nutre de la misma magia del verso con “el rosario del universo” en la petición de no ceder, sino caer en lo vivido con un buen temple poético.
Agradecida por esta lectura
Siempre
Sencillamente
Milagro Haack
hambre de mujer que todo anhela y todo recibe inagotable en su zanja infinita