Adolfo Bioy Casares: «Borges», Martes 7 de diciembre de 1954
7 de diciembre de 2024
Martes, 7 de diciembre. Llama Borges y me felicita por El sueño de los héroes, al parecer sinceramente. Me cuenta la lectura de Manucho de unos apuntes para una novela en preparación: «No parte de una situación o de unos personajes. Parte de una situación que no es nada. Por ejemplo, una vieja que vive sola en una quinta. Después agrega episodios que le divierten, homosexualidad, porque es moderna (?), algunos muchachos que él conoce, la historia de ese príncipe portugués que fue al baile y que nadie se le acercaba porque no sabían cómo tratarlo, si de Alteza, Monseñor o Señor y que al final se quebró ese hielo y conoció le tout Buenos Aires. Yo creo que escribe novelas porque es chismoso. Después el lector se pregunta lo que quiso decir el autor, y es precisamente lo que el autor nunca supo».
Comenta también: «La gente dice que la Historia de la filosofía (¡o el Diccionario!) de Ferrater Mora es buena porque en ella figuran las filosofías de España y de la América Latina. Es una idea muy casera: buscan a Francisco Romero y lo encuentran. Es como si se alegraran de encontrar en una enciclopedia de medicina a la Madre María... La gente que elogia a ciertas Historias de la literatura en diez tomos, diciendo: "todo está" y "el autor lo sabe todo", suelen señalar, en la misma frase, que hay un volumen suplementario sobre la literatura nacional, escrito por Giusti u otra autoridad indígena. Es como una fotografía a la que le pegaran un pedazo para añadir personas que no salieron, o un cuadro alegórico al que se le agregaran, para exponerlo en Buenos Aires, las figuras de San Martín y de Belgrano. Ha de haber una edición bantú, con un tomo sobre la literatura bantú, firmado por una autoridad caníbal, desnuda y retinta».
En Bioy Casares, Adolfo: Borges
Edición al cuidado de Daniel Martino
Barcelona, Ediciones Destino ("Imago Mundi"), 2006
Imagen: Bioy Casares y Borges en la Librería de la Ciudad, Galería del Este
Buenos Aires, 1979