Ilhan Berk – Tres poemas
31 de enero de 2010
El cielo de Leyla Hanim, la poetisa
Las manos del sultán Selim III equivalen al cielo de Leyla Hanim,
la poetisa.
Sólo Selim III comprendió el cielo de Leyla Hanim, la poetisa.
El mismo lo demostró a los hijos de Ahmet I.
Las manos de Selim III rozaron el sol tocaron a las mujeres, recogieron
las flores
En los poemas que escribía sólo pensaba en Leyla Hanim.
Estrangulé a Selim III.
La muerte aquella herrumbre
Sujeta a la orilla del agua nuestra desnudez, sujétala
en el oscurecerse del agua;
En los poemas inacabados, sujeta en los prólogos nuestra desnudez;
En el sabor amargo de las cosas, condúcela por los surcos;
En alfabetos dóricos, en la Edad Media, sobre todo sujétala;
En las calles recorridas todos los días, sujétala en las aglomeraciones;
En tus tareas cotidianas, sujeta en el cielo nuestra desnudez;
Sácala a los árboles, a los mercados, a las calles;
En la muerte, en aquella herrumbre sujétala después.
Éste es tu cuello de madrugada
Éste es tu cuello de madrugada
Tan hermoso como beber agua.
-¿Serán altramuces, clemátides? Hierbas en tu pelo.
La muerte que es una antigua gigantesca agua gris
Habíamos escrito en los tiempos pasados, en el presente.
Esta voz tuya tenue azulísima
De haber hecho el amor horas y horas.
-¿Cataratas, lirios? En tu boca pájaros.
Había dicho que tu blancura era como el loto
Esto sí que lo guardo firmemente en mi memoria.
Versión de Clara Janés