Mahmud Darwish - Una nube de Sodoma
13 de abril de 2007
Después de tu noche, la noche del último invierno,
la calle del mar está vacía de vigilantes y
ninguna sombra me sigue, tras secarse tu noche
en el sol de mi canción. ¿Quién me dirá
ahora: deja el ayer y sueña con todo
tu inconsciente libre?
Mi libertad está ahora sentada junto a mí, conmigo, en
mis rodillas, cual gato doméstico. Me mira y mira lo que
me has dejado del ayer: tu chal
lila, un vídeo de Bailando con lobos y un collar de
jazmín en el musgo del corazón...
¿Qué hará mi libertad después de tu noche,
la noche del último invierno?
Una nube partió de Sodoma a Babel
hace siglos, pero su poeta, Paul
Celan, se ha suicidado hoy en el río de París.
No me llevarás al río de nuevo. Ningún vigilante
me preguntará: ¿Cómo te llamas hoy? No maldeciremos
la guerra. No maldeciremos la paz. No escalaremos la tapia
del jardín buscando la noche entre dos sauces
y dos ventanas. No me preguntarás: ¿cuándo abrirá
la paz las puertas de nuestra fortaleza a las palomas?
Después de tu noche, la noche del último invierno,
Los soldados han instalado su campamento en un lugar lejano,
una luna blanca se ha posado en mi balcón
y mi libertad y yo nos hemos sentado, en silencio,
contemplando nuestra noche.
¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo después de tu noche,
la noche del último invierno?
la calle del mar está vacía de vigilantes y
ninguna sombra me sigue, tras secarse tu noche
en el sol de mi canción. ¿Quién me dirá
ahora: deja el ayer y sueña con todo
tu inconsciente libre?
Mi libertad está ahora sentada junto a mí, conmigo, en
mis rodillas, cual gato doméstico. Me mira y mira lo que
me has dejado del ayer: tu chal
lila, un vídeo de Bailando con lobos y un collar de
jazmín en el musgo del corazón...
¿Qué hará mi libertad después de tu noche,
la noche del último invierno?
Una nube partió de Sodoma a Babel
hace siglos, pero su poeta, Paul
Celan, se ha suicidado hoy en el río de París.
No me llevarás al río de nuevo. Ningún vigilante
me preguntará: ¿Cómo te llamas hoy? No maldeciremos
la guerra. No maldeciremos la paz. No escalaremos la tapia
del jardín buscando la noche entre dos sauces
y dos ventanas. No me preguntarás: ¿cuándo abrirá
la paz las puertas de nuestra fortaleza a las palomas?
Después de tu noche, la noche del último invierno,
Los soldados han instalado su campamento en un lugar lejano,
una luna blanca se ha posado en mi balcón
y mi libertad y yo nos hemos sentado, en silencio,
contemplando nuestra noche.
¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo después de tu noche,
la noche del último invierno?
Traducción del árabe: María Luisa Prieto