Alejandra Correa: «El deshielo»
12 de abril de 2024
2 de marzo
El espacio de esta despedida no quiere abrirse:
implosiona.
5 de marzo
Ni muerto ni ido.
La nieve se derritió en torno tuyo.
Ahí estabas como un carozo desnudo.
Dijiste: te amo.
Quise creerte.
Con toda la esperanza de este mundo, quise creerte.
9 de marzo
¿Por dónde empieza el deshielo?
¿El agua sucede de afuera hacia adentro por el calor del sol?
¿0 es el corazón el que empieza a aflojar su frío
porque hay una palabra que lo devuelve a la zona franca?
¿Es el agua del deshielo la sombra líquida de la nieve?
¿Tiene memoria de hacia dónde se dirige?
¿Inaugura algo?
10 de marzo
¿Por dónde fuga el amor?
¿Es desde los pies, a nivel de una raíz que se desprende y se hace
arabesco en el viento?
¿Es desde las horas muertas?
¿Desde un futuro que se percibe como desierto?
¿Sucede a nivel de la memoria que se dispone a narrar un cuento
en otra lengua, ajena, descentrada, loca?
¿Será verdad que se va desde su sitio mítico: el corazón?
¿O se desprende del cuerpo como un vapor de agua, deja la sangre,
la médula ósea, cada nervadura?
¿O el extraño fenómeno sucede cuando cada quien extrae las
semillas que fueron arrojadas a la tierra desde otro tiempo?
¿Se termina el amor?
12 de marzo
Alguien intenta señalarme el camino.
Veo su mano suspendida en el aire y una dirección que no
reconozco como propia.
—La salida es ésa, dice.
¿Busco la salida?
¿Busco quedarme quieta?
¿O envejecer?
¿O morir temprana?
¿O correr en dirección contraria?
¿O dejar que todo gire a mi alrededor y yo quieta
hermosa y muda como una flor de carne?
13 de marzo
Ahí estaba yo.
Entre la mañana y el remanso.
Te espero, dije.
Quisiste creerme.
Con toda la esperanza del mundo,
quisiste creerme.
14 de marzo
Dicen los que saben
que luego de una temporada de
incertidumbre
cuando uno se acostumbra al temblor
se ven con claridad
los bordes del deseo.
—La salida es ésa, dice.
¿Busco la salida?
¿Busco quedarme quieta?
¿O envejecer?
¿O morir temprana?
¿O correr en dirección contraria?
¿O dejar que todo gire a mi alrededor y yo quieta
hermosa y muda como una flor de carne?
13 de marzo
Ahí estaba yo.
Entre la mañana y el remanso.
Te espero, dije.
Quisiste creerme.
Con toda la esperanza del mundo,
quisiste creerme.
14 de marzo
Dicen los que saben
que luego de una temporada de
incertidumbre
cuando uno se acostumbra al temblor
se ven con claridad
los bordes del deseo.
17 de marzo
Estoy en ese punto en que soy toda con vos y soy toda sin vos.
Aunque posiblemente ninguna de ambas cosas sea cierta.
20 de marzo
En el deshielo afloran –duro sobre blando–:
la madera del árbol y las hojas negras
el color en su espíritu diverso
la áspera superficie de las cosas.
El deshielo es desbaratamiento y verdad.
Me pregunto si podré con ellos.
21 de marzo
Si solo se tratara de atemperar
esa costumbre de subir colinas
de plantar banderas
en la cresta de una ola propia
inventada
para que la vida sea continuo progreso
hacia un punto que fuga.
De sentarse a mirar todo lo hecho
y lo deshecho
con piedad y gratitud
de abrazarse como se abraza
todo lo que se amó alguna vez
y tiene la bondad de entibiar la sangre
y dar asilo.
Si solo se tratara de ver pasar el río
las nubes
las estrellas boca arriba
el viento entre las hojas de aquel olmo
para cobijarse en este mundo áspero
latiendo al ritmo de la danza de una medusa
con la certeza de que todo se termina
y celebrarlo.
"El deshielo" pertenece a La nieve
Primera edición © 2023 | Alejandra Correa
Diseño y maquetación: Marina Baudracco
© La Gran Nilson Editora Buenos Aires - Argentina Enero, 2023