La infancia con Harold Foster: El Príncipe Valiente
20 de julio de 2008
Durante largos años cantaron los trovadores acerca de la llegada del Príncipe Valiente a las costas de Inglaterra.
El joven Val, como le llamaban, conoció solamente el amor, la alegría y el dulce cariño de su madre hasta aquel día terrible en que el horroroso fragor de la batalla se fue acrecentando y haciéndose más próximo. Muy pronto resonó el entrechocar de las armas en los mismos corredores del castillo. Luego se elevaron los gritos de triunfo por sobre los alaridos de los derrotados. Acababa de ganar Sligon el Traidor, y Aguar de Thule, privado de su reino por medio de la sangre y la traición, huyó bajo el amparo de la noche en compañía de su esposa e hijo y seguido por un puñado de servidores que continuaban fieles al verdadero soberano.
En las sombras de la noche huyeron hacia el mar perseguidos por los soldados de Sligon que no les daban tregua. Había una razón para ésto; el usurpador no podría ocupar tranquilo su trono robado mientras vivieran el rey Aguar o el príncipe Valiente para volver a luchar por lo que legalmente les pertenecía. Pero la fortuna favoreció a los fugitivos. Sobre el puente de una embarcación pequeña se encontró Val junto a su madre. La reina sentíase agotada por las penurias, pero mantenía en alto la cabeza, como corresponde a una soberana. Luego miró el muchacho a su padre y vio en sus ojos la mirada del águila. En ese momento comprendió el príncipe que algún día habría de volver.
Buenos Aires, ACME, Colección Robin Hood, 11 tomos
un gran blog
:D
un saludo
deww
De mis preferidos, tanto el texto como los dibujos. Gracias por el recuerdo.