María Julia De Ruschi - La paloma
5 de agosto de 2007
estaba ahí, yo
como una idea de la nieve
o una idea de la sombra
estaba, quería estar
qué alegría yo
yo yo yo
respiré hondo
una idea de lágrimas
o las lágrimas mismas
temblando
porque era real
la idea de mí misma
que incubé largamente
canta, voz inaudible
encerrada y tibia
canta en vano
que luego vendrá la flor
el racimo de flores
mágicamente fértil
en la gota de cada día
por la constancia
por el dolor de una ciudad a otra
del mar a la idea del mar
que mece sus barcas
en una lágrima
por el dolor de amar otra vez
el mismo desamor
en su fuente misma
que callé largamente
que ahogué en mi propia sangre
la paloma
la santa paloma o la paloma santa
en el balcón
incubando
mañana tarde y noche
frente a una melodía ciega
de ventanas que se encienden y se apagan
decir sí
es mi alegría
sorprender
ese encuentro fortuito
de la paloma con la idea
que resiste bajo la llovizna
el óxido ácido de sus palabras:
diciendo que debo (¡que debo querer!)
arrodillarme ante la idea de un muro
el fuego de un espejo que se condena a sí mismo
ser violada
amo la idea que tiene la nieve de sí misma
levemente contrariada por su ausencia
y la idea que tiene la sombra
de la ternura de sus manos
y encuentro al enemigo súbitamente
en el olor de la sorpresa, del miedo más bien
y estoy pronta para responder
siempre
desde esa leve bruma que oscurece
el patio donde juegan las ideas
hasta que ellas digan no
En Salir de Egipto
Buenos Aires, bajo la luna, 2007