Dolores Etchecopar: Más poemas de Notas salvajes

30 de septiembre de 2008





Génesis

el desembarco de los niños y de las fieras
no desfiguró el agua tímida del universo



Epifanía

cuando parece imposible
un potrillo rapidísimo subleva
mi tambor huérfano



Hospital

me sujetan con los accesorios
(las manos han desaparecido)
me dan de beber el delgadísimo sonido
de la muerte
desinfectado eso sí
sin rastros eso sí
sin dolor eso sí



Madre

mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol



Redención

una mesa
el ruido de un tren al irse una ciudad
una mano
no sabe cómo se entra
pero abre tus lágrimas
y vuelve con tu rostro a la tierra



Transcripción de la edición de Argonauta
Buenos Aires, 1989




1 comentarios:
antonio medinilla 30 de septiembre de 2008, 3:52 p.m.  

Hipnotizado en las imágenes de la voz. Toda una revelación en tumulto para este sureño buscador.

"mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol"

Tal madre y voz consecuente me acercan a lo familiar y amado y enterrado bajo roca y sol.

Fascinante.

Antonio Medinilla.

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