(...)
Es un buen violín, lo veo, dice Alida
y le pasa el violín a Sigvald, y él lo devuelve a la caja y se sitúa a su lado, y ahí se queda con la caja de violín y Ales piensa que Sigvald, su querido hermano Sigvald, se hizo músico, y no mucho más, aunque tuvo una hija, una bastarda, y al parecer la hija tuvo un
hijo que por lo visto se llama Jon y que dicen que también es músico
y ha publicado un libro de poemas, pues sí, qué cosas más raras
hace la gente, piensa Ales, y Sigvald desapareció sin más, y ahora
será tan viejo que de todos modos estará muerto, desapareció y no
se volvió a saber de él, piensa Ales, y por qué tiene que estar Alida
ahí, en su sala, delante de la ventana, no puede ser, por qué no se
irá, si ella no se va tendré que irme yo, piensa Ales, y ve que Alida
sigue ahí, en medio de la sala, y no puede permitir que su madre
esté ahí, al fin y al cabo es su sala, y por qué no se irá la madre, por
qué no desaparecerá, qué hace ahí, por qué no se mueve, se
pregunta Ales, y Alida no puede estar aquí, hace mucho tiempo que
murió, piensa Ales, y le gustaría atreverse a tocar a su madre, para
ver si realmente está aquí, piensa, pero no puede estar aquí, hace
muchos años que murió, se ahogó ella misma en el mar, según
decían, aunque Ales no sabe a ciencia cierta lo que ocurrió, dicen
muchas cosas, y ella no pudo acudir al entierro de su madre ahí, en
Dylgja, piensa con frecuencia en eso, en que no estuvo en el
entierro de su madre, pero el viaje era largo, y tenía varios niños
pequeños, y el marido estaba faenando, así que cómo podría haber
acudido, y quizá sea por eso, quizá la madre esté ahora ahí porque
ella no estuvo en su entierro y quizá por eso no quiera marcharse,
pero Ales no puede hablarle, aunque se ha preguntado muchas
veces si la madre realmente se ahogó ella misma, no cree que
pueda preguntárselo, pero dicen que la encontraron en la playa, no
puede preguntárselo porque no está tan mal de la cabeza como
para hablar con una persona que lleva muchos años muerta,
aunque sea su propia madre, no, no puede ser, no puede ser,
piensa Ales, y Alida mira a Ales y piensa que la hija nota su
presencia, claro que la nota, y puede que la esté molestando con su
presencia, y Alida no quiere molestarla, por qué iba a querer
molestar a su propia hija, en absoluto quiere molestar a su propia
hija, a su querida hija, la mayor, y la única de sus dos queridas hijas
que llegó a adulta y tuvo sus propios hijos y nietos, y Ales se levanta
y se dirige con pasos lentos y cortos hacia la puerta de la entrada, la
abre y pasa a la entrada y Alida la sigue con pasos lentos y cortos y
también ella pasa a la entrada y Ales abre la puerta exterior y sale y
Alida la sigue y Ales se va por el camino, porque si Alida no quiere
salir de su casa, tendrá que salir ella, piensa Ales, otra cosa no
puede hacer, piensa Ales y se encamina hacia el mar y Alida camina
con pasos lentos y cortos, en la oscuridad, bajo la lluvia, se aleja
Alida de la casa de la Cala, y luego se detiene, se vuelve y mira
hacia la casa y solo distingue algo más oscuro en la oscuridad, y se
vuelve de nuevo y sigue alejándose, paso a paso, y al llegar a la
orilla se detiene, oye las olas romper y nota la lluvia contra el pelo,
contra la cara, y entonces se adentra entre las olas y todo el frío es
calor, todo el mar es Asle y se adentra más y entonces Asle la rodea
por completo igual que hizo la noche que hablaron por primera vez,
la primera vez que él tocó en un baile allí, en Dylgja, y todo es solo
Asle y Alida y entonces las olas cubren a Alida y Ales se adentra en
las olas, sigue adelante, se adentra más y más en las olas y
entonces una ola cubre su pelo gris.
Originalmente publicado en Noruega como Andvake (2007), Olavs draumar (2012) y Kveldsvaevd (2014) en Det Norske Samlaget. Los tres libros fueron publicados juntos como Trilogien en Det Norske Samlaget en 2014.
© Copyright 2014 by Jon Fosse
Publicado con el permiso de Winje Agency A/S, Sklensgate, 12, 3912 Porsgrunn, Norway.
© De la traducción: Cristina Gómez Baggethun y Kirsti Baggethun
No hay comentarios.:
Publicar un comentario