"Mujer -suspiraba él resignadamente hablando con su hija-, ¡qué vocablo! ¿Es que no hay límites para la carga que esa palabra tiene que soportar? ¿Ha habido alguna vez una palabra de espaldas tan anchas y al mismo tiempo tan obscena?"
En Vergüenza (1983)
Traducción de Miguel Saenz
Barcelona, Plaza & Janés, 1997
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