9 de agosto de 2009
Edmond Jabés: 5. Diario de Sara, I
Me duele ya si te duele por mí.
Hacer daño, lo que puedo ofrecer para una partición.
7 de marzo
No escribiré nada acerca de lo que he visto. Escribo al pie del instante que esquivo, a rastras
de una pregunta preñada de preguntas.
El mar es mi casa.
No escribiré nada acerca de la calle, el follaje del árbol ahogado.
No escribiré nada acerca de la bestialidad de los hombres, la palabra profanada.
Inocente y culpable, distanciada en el corazón y en los ojos de mi padre y de mi madre,
por una resurgencia de demencia
cuyas gradas son las piedras calcinadas.
Sola, en mi terror a mirar por encima de la tapia.
Sola, en mi penumbra obstinada.
8 de marzo
El cielo ha sido restituido al cielo, esta noche. Todas las estrellas han vuelto a ocupar su
lugar.
Me maravillo, pese a que cada una, salida ilesa del fuego, me designa para el exilio.
10 de abril
Tumbas de día.
Mi pena cuenta las lápidas y yo soy el lagarto en los intersticios.
11 de abril
Opongo a la vida la verdad del vacío.
Mis orillas no tienen agua.
No nos debatimos en el fondo del río, sino en la superficie.
17 de abril
¿Es la muerte el gusano en el fruto o es el sol del verano?
El invierno de mi vida cuelga de mis pestañas, de mis labios.
La primavera es nuestra estación interna, la única.
El cielo del alma tiene trescientas sesenta y cinco veces la dimensión del cielo.
Primavera tardía, primavera sorprendida por el rayo.
Por donde paso no hay alameda.
23 de abril
Formo, con mis brazos sumergidos, el arco de un puente improvisado.
¿Pero en qué país, en qué continente?
Hermoso arcoiris cautivo,
¿dónde me es más querido?
Elogiar el lazo, ceñir el signo.
¿Acaso ya no es redondo el mundo?
3 de mayo
Ceder la palabra al alero.
Peligrosamente en pie, como un bolo.
Caigo, con cada jugada.
4 de mayo
Mi sueño leve, mi sueño de corcho tapona mi vida.
Una botella al mar.
6 de mayo
Trato de entender, de aunar mis fuerzas.
Me he encarnizado tanto con mi cuerpo que me he quitado casi todo el peso de encima.
¿Tenía hambre antes de conocer el hambre?
En mi transparencia, como bajo la mancha de tinta, el folio adelgazado por el borrador.
15 de mayo
Un árbol al pie del cual me tumbaré para asociar, merced a sus ramas, el cielo y mi
insensibilidad.
Ser dos en lo mejor del mármol compartido.
16 de mayo
La verdadera muerte se encuentra en un cielo acabado y no en un valle de falsas apariencias.
Yo velo, harta de vigilias.
Tan ruin
Tan abajo.
11 de junio
Dudar quizá sea abolir los límites, girar en torno al dado.
Tierra, tierra donde todo es sencillo.
Dios es la duda.
12 de junio
Libre, engañada.
El agua perfecta negada a la lengua del faro.
21 de junio
Me hubiese gustado ser únicamente un canto; mi vida así habría podido durar.
Pero sí que duro. Ahí duele.
El marfil de una devoción.
Yo soy más dura que la duración
18 de julio
La rada tiene el pudor de una paleta prendada de la madera más que de los colores.
He agotado la espuma, las sobrecargas, las irrupciones.
Después de haber sido de carne, era natural que el mármol tratase de volver a ser mármol.
19 de julio
Partir el pan de los demás para los demás. El mío es pan duro.
22 de julio
Miro largo rato a los seres, las cosas, antes de verlos; después me acostumbro a su presencia
y desaparecen sin hacer ruido.
23 de julio
No el silencio de la madera sino el silencio de la piedra. No la ausencia de la voz que el
recuerdo puede traicionar sino la de la confesión del gusano al limo feraz.
27 de julio
Subterránea, como los veneros.
Y nada, en el horizonte, salvo un venero.
31 de julio
Podemos imaginar un rostro en el vacío; en ese caso el vacío nos llama la atención por su
parecido a nosotros.
¿Es a mí a quien miro de hito en hito?
La sombra es dominada por la sombra, como la mano por la mano mayor.
En Diario de Yukel
Edmond Jabés (El Cairo 1912 - París 1991)
Trad.: J. Martín Arancibia
Cortesía: A media voz
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