Aquel que ha nacido para ser hijo único y tiene siete hermanos, esto es lo que debe hacer.
No, a fin de cuentas no le aconsejo nada. Si me leyó, ya lo sabe, conoce la vida plástica. La verdadera vida plástica. ¡Siete hermanos! ¡Qué oportunidad con tantos enemigos siempre a su alcance!
Pero tal vez no lo haya dicho todo sobre la vida plástica. Deben saber que no tengo la reputación que merezco como escultor. Lo cual no obedece a las declaraciones asqueadas que llegué a hacer sobre los otros escultores cuyas obras percibo como… pero no tratemos de calificarlas… porque no las percibo. Es innegable que ellos trabajan, pero nunca percibo sus esculturas.
Esa pobre gente trabaja una materia ingrata, ingrata y terriblemente lenta en tomar forma.
Yo trabajo con cuerpos vivos, a primera vista y sobre el terreno. Dulce materia que inspira, que fascina, y más bien hay que temer ser engullido por ella.
En De la vida en los pliegues (1949)
Transcripto de Antología poética 1927-1986 (segunda edición bilingüe)
Traducción Silvio Mattoni
Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2005
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