Antigua era la noche
Cuando la entreabrió el fuego.
Igualmente mi casa.
No se mata a la rosa
En las guerras del cielo.
Destierran a una lira.
Mi pena persistente
De una nube de nieve
Gana un lago de sangre.
La crueldad ama vivir.
Oh fuente que mentiste
A nuestros destinos gemelos.
Del lobo trazaré
Este único retrato pensativo.
Versión española de Jorge RiechmannMadrid, Poesía Hyperión, 1995
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