Hogaño Orfeo
Sombra de otra mirada
restos de una noche
acibarada paciencia
es
Constructor de fuegos
es
bajo el designio de angulares cuerdas
Ausculta cadencias
fractura escuadras
Orfeó en su aurora al pie forzado
de una caribe montaña
(aquella madre lo recuerda)
Sonda el río
en cuyo lecho aún duerme
el dragón ungido de su estirpe
De esas fauces
voces rostros
le interrogan
otras paredes le orientan
cantan
No ha descifrado el mapa de sus manos
mas intenta el acorde áureo del deseo
Prendido en el sueño de un taciturno anacoreta
crea al recordar
No futuro
es
ovillo del presente
Pasado perdido
es
entre calles de silencio
Catábasis (descenso al inframundo)
Orfeo escucha a su amigo
sobrevivirse
Escucha a su amiga
sobrevivirse
Escucha en la esquina
en la calle
en el mercado
en la cárcel
Sobrevivirse
¿Ignoran que han muerto
(que él también ha muerto)?
No imagina
cuánto vive en sus labios
antes de que Cancerbero
ladre
y el barquero
no acepte más
una melodía por pago
Heredero de Khelônê
dormita un morrocoy
en uno de estos campos
el sol se recrea
sobre todas sus cosas
a esta planta a aquel pozo a esa otra roca
sendas gracias
flor a flor
prados de alegrías
aquella hoja de hierba un trozo de esta otra
cada día su pan
una hilacha de mango un trocito de lechoza
celebración ingenua
ese viejo morrocoy en su ensueño
sonríe y monologa
¿quién soy?
¿quién fuí?
¿por qué aquí estoy?
¿por qué de lentitud he sido hecho?
arrojada al río por un dios artero
la madre original de mi estirpe fue
reprimida por negarse al culto impuesto
dentro de su casa para siempre castigada
afanes y días
me han abovedado
a fuerza de miedo la vida
mi cuerpo ha trocado en coraza
no ataco
aunque aprehendo al morder
emprender es un verbo
ajeno de tan titánico
cualquier camino
se enrosca en mi nombre
al pie de la higuera que florece
en el patio que me sueña
o al pie de aquel samán de Terredad
escrito por un esclavo que ahora duerme
rendido estaré al anochecer
polvo caído seré
polvo azul
otra vez
que disponga de mi cuerpo
Orfeo
–de lo que de él quede–
para su canto
Hernán Zamora, Orfeado insilio (Venezuela, 2019) [+]
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Hernán Zamora por Nelson Garrido |
me toca una fibra dormida.
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