19 de enero de 2016

Thomas Bernhard: Dos notas




En la biblioteca de la Universidad de Salzburgo, el bibliotecario se ha ahorcado de la gran araña de la gran sala de lectura porque, como escribe en una nota que ha dejado, de pronto, después de veintidós años de servicios, no podía soportar ya ordenar libros y prestar libros que sólo habían sido escritos para causar desgracias, con lo que se refería a todos los libros jamás escritos. Eso me ha recordado al hermano de mi abuelo, que era guarda de monte en Altentann, junto a Henndorf, y se dio un tiro en la cumbre del Zifanken porque no podía soportar más la desgracia humana. También él dejó esa conclusión suya en una nota.







En El imitador de voces
Título original: Der Stimmenimitator, Der Ignorant 
und der Wahnsinnige, Die Jagdgesellschaft, Die Macht der Gewohnheit
Thomas Bernhard, 1978
Traducción: Miguel Sáenz
Foto Thomas Bernhard 1985 por Andrej Reiser


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