Quién me creería si
dijera: “Me agarraron y
hendieron desde
el cuero cabelludo hasta la pelvis, y
todavía estoy viva, y
me paseo contenta
de sol y todas
las dádivas del mundo”. La honestidad
no es tan simple:
la simple honestidad no es
sino una mentira.
¿No esconden los árboles
el viento entre
sus hojas y
hablan con susurros?
La tercera dimensión
se esconde.
Si los picapedreros
parten piedras, las
piedras son piedras:
pero el amor
me partió en dos
y estoy
viva para
contar el cuento; pero no
honestamente:
las palabras
cambian las cosas. Deja que sea
–aquí, bajo el dulce sol–
una ficción, mientras yo
respiro y
cambio el paso.
*
The Third Dimension
Who’d believe me if
I said, ‘They took and
split me open from
scalp to crotch, and
still I’m alive, and
walk around pleased with
the sun and all
the world’s bounty.’ Honesty
isn’t so simple:
a simple honesty is
nothing but a lie.
Don’t the trees
hide the wind between
their leaves and
speak in whispers?
The third dimension
hides itself.
If the roadmen
crack stones, the
stones are stones:
but love
cracked me open
and I’m
alive to
tell the tale —but not
honestly:
the words
change it. Let it be —
here in the sweet sun—
a fiction, while I
breathe and
change pace.
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