El taxidermista de aves Manuel Bertís fue profesor de teoría y solfeo y dio clases particulares de contrabajo durante 65 años. Los pájaros y la música le obsequiaron dones que supo recibir para sostener una vida sencilla y feliz. Ya jubilado y sin otra intención que divertirse realizó una clasificación de músicos y aves que conoció a lo largo de su vida.
Músicos que casi hacen música.
Pájaros que cantan para las ventanas.
Músicos que adoran la música pero no la comprenden.
Pájaros que no saben que alegran.
Músicos que acompañan a otros porque están muy solos.
Pájaros que vuelan cuando están quietos.
Músicos que tocan para pedir.
Pájaros que en el viento son intrumentos de la jaula.
Músicos que hacen todo por silencio.
Pájaros que son colores habitados.
Músicos que se desviven por tocar.
Pájaros en alambre.
Músicos por donde se escucha la vida.
Pájaros que viven de su pico.
Músicos que como los niños deshacen todo lo que tocan.
Pájaros que anidan en el polvo.
Músicos para la hora del té.
Pájaros que amanecen.
Músicos que tocan para cobrar.
Pájaros que avisan a otros pájaros.
Músicos que parecen ensayos.
Pájaros a mitad de precio.
Músicos que son poetas pintando lo que esculpen.
Pájaros campana.
Músicos veloces que atrasan.
Pájaros que no vuelan del todo.
Músicos que saltan y no caen bien.
Pájaros cautivos.
Músicos que llegan tarde.
Pájaros en mitad de la noche.
En Pianoforte (Tratado ecléctico sobre el arte musical)
Buenos Aires, Ediciones en Danza, 2006
Fuente foto original (sin atribución)
Buenos Aires, Ediciones en Danza, 2006
Fuente foto original (sin atribución)
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