Quisiera hoy que la hierba fuera blanca para hollar la evidencia de que te veo sufrir: no vería bajo tu mano tan joven la forma dura y sin revoque de la muerte”. Un día arbitrario, otros menos ávidos que yo, sin embargo, retirarán tu camisa de tela, ocuparán tu alcoba. Pero al irse olvidarán ahogar la lamparilla y por el puñal de la llama se derramará un poco de aceite sobre la imposible solución.
*Las Magdalenas de La Tour: Magdalena Fabius, Magdalena Wrightsman y Magdalena Terff, tienen en su mano una calavera. [N.de.T.]
En René Char: Furor y misterio
Trad.: Gustavo López Noriega y Catalina Gallego Beuter
Madrid, Visor, 1979
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