juntos en cierta lucidez y varios desprecios
miles de papeles los nuestros
y siempre el pesado bagaje de aquella fiesta
miles de papeles los nuestros
nunca el del buen samaritano
no tuvimos manto suficiente
mucho menos podíamos ofrecerlo
a través de años y países
la misma soberbia de demoledores de panteones
el seductor relato de nuestra memoria
y en mí el nombre de los que he elegido entre ustedes
que no dejo de repetir
para gloria de críticos dolor de resentidos y furia de olvidados
en cuanto me ilusiono con ser escuchada
En Interior con poeta (La ley en tu ley)
Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2000
Cortesía: Isla negra, 174
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