Todo ciudadano tiene derecho al alivio del sufrimiento al final de su vida mediante una asistencia paliativa de calidad respetuosa con sus valores y sus creencias, expresados en ese momento o de forma anticipada en el testamento vital (instrucciones previas o voluntades anticipadas). El paciente tiene derecho a recibir información veraz sobre su proceso de enfermedad, a rechazar un tratamiento, a limitar el esfuerzo terapéutico y a elegir entre las opciones disponibles, como la sedación terminal.
Por ello, manifestamos que es responsabilidad de los políticos:
• Conocer de manera fehaciente cómo mueren los ciudadanos.
• Garantizar el libre ejercicio de estos derechos.
• Promover un debate sobre la eutanasia y el suicidio médicamente asistido de personas que al final de su vida padecen, a pesar de los cuidados paliativos, un sufrimiento insoportable del que desean liberarse con todas las garantías legales.
Pueden enviarse hojas con firmas a: apartado de correos 333, 47080 Valladolid
Requiem por un suicida
ResponderBorrarprimera edición: 1993
RENÉ AVILÉS FABILA