Bastaba cerrar el puño
desdecir el goce
todo venía
todo era palabra
ahora extraño
aquella fragilidad
mis contenidas maneras
de apresurarme y padecer
*
digo lo que esperan
ésta soy yo
cotidianeidad
hecha de excesos
*
no hablen de huidas
porque de ellas me hago
vuelvo intacta
al desastre natal
no saben
piel adentro
todo es puerta
agua
*
verme
con el mismo barro encima
y no sufrir
volver
de rodillas
*
uno termina amandoel fastidio de los cuerpos
se nos llama santas
o putas
intentamos
un homenaje de techos bajos
un descuido
de lo indecible
En Verbos predadores,
Caracas (Venezuela), Equinoccio,2007
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