4 de febrero de 2008

Henri Michaux - Costumbres de los dioses




Allá los dioses todavía acostumbran respetar el pacto que los une a la tierra.

Desdichado el hombre impulsivo, interesado o cruel que no pudo resistir la tentación de matar a una criatura del boque.

Cuando el animal es aniquilado, los dioses piadosos le conceden el don el habla a los suyos a fin de que puedan acusar al asesino y sostener la acusación durante el juicio.

Por cierto, el cazador no escapará fácilmente –pues cada animal tiene una familia numerosa y todos hablarán.

Tras el juicio, los animales pierden el habla y se dispersan con sencillez.











En Frente a los cerrojos , 1954

y en Antología poética 1927-1986
Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2005

Selección, traducción y prólogo de Silvio Mattoni

Foto: Henri Michaux, Buenos Aires ca 1936-38 por Gisèle Freund

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