Fuimos
esa fruta casual
un deleitoso
despacho
del azar a este ahora
mismo
al que regresan
las aves del ocaso.
Fuimos
de aquella luz la hora
inusitada
la media voz
la susurrada
nada (y reírme
en tu risa reírme
con tu risa).
Fuimos
el jardín de mentiras
dulcemente sopladas.
me encanta tu blog.
ResponderBorrarmuy interesante.
comisariodelaluz@hotmail.com