Cada tanto uno de ellos
abandona su destino comedido
y despliega frente nuestro su abanico de silencios...
no debe haber lejanía mayor
que el propio goce que los rige
el cual
–seguramente-
proviene de su eterna
y ancestral victoria
sobre el azar.
Barcelona, 2002
Guillermo Seminara, 2018 |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario