Berna Wang - El gato muerto

3 de diciembre de 2007



Hoy en el parque, en medio del rectángulo de hierba que rodea la estatua del general, he visto un gato muerto. Un bulto de pelo blanco y negro. Junto a él, una hoja de papel amarillento doblada en cuatro. Estaba muerto el gato: a su alrededor volaban las moscas en círculos. Y no se movía. Sobre el césped sólo se agitaba, con la brisa, la hoja de papel.

He pasado delante dos veces sin atreverme a acercarme. Pero después de la segunda, no he podido resistirlo: he vuelto sobre mis pasos, he mirado a uno y otro lado por si me veía alguien, y me he metido en la hierba, decidida. Luego me he agachado, he cogido el papel y lo he desdoblado con manos temblorosas.

Y he visto que sólo era una factura.


En Pequeños accidentes caseros
Madrid, adamaRamada, 2004
La mirada oblicua



1 comentarios:
José M. Ramírez 3 de diciembre de 2007, 10:51 p.m.  

Somos tan afectos a las circunstancias que no nos bastan los hechos tal cual se nos presentan. Una nota de suicidio del gato hubiera sido mejor recibida.

Hoy, ante la derrota del autoritarismo, igual buscamos alrededor las circunstancias y perdemos de vista al muerto.

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